SINOPSIS

En su clasificación de las culpas Dante distingue, siguiendo la Ética de Aristóteles (pero aportando de suyo, dada la aparición entre ambos del cristianismo, unas cuya purga deriva al Limbo o primer Círculo y otras que destina al ámbito de los heréticos, es decir al sexto Círculo), incontinencia (segundo al quinto Círculo), violencia o bestialidad (séptimo Círculo) y fraude o malicia (octavo y noveno Círculos).
Se delimitan así tres reparticiones, en orden de responsabilidad creciente, que albergan en el Infierno a los condenados: la degradación de un alma, y luego el estamento que le corresponde después de haberse soltado de la carne, se relacionan con el grado de participación de la voluntad y la conciencia que el sujeto involucró en vida al dejarse subyugar por el acto pecaminoso.
No obstante esto, la configuración global de la estructura física del más allá expuesta por Dante como parte sustancial de la cosmogonía de su Comedia, y en aquélla en particular la estratificación del embudo del Infierno escalonado en Círculos de mayor estrechez sucesiva, es por entero propia de él.
En tanto este reino, desde ya que tal como los demás, es producto de la consideración y asunción de la historia por parte de la justicia divina (así como los modos y ejercicios de sus medios punitivos se adecúan al cumplimiento de tales y cuales consecuencias a las que el comportamiento moral al habitar el mundo de sus criaturas más destacadas, hechas a su imagen y semejanza y dotadas de libre albedrío, condujo), tiene su razón de ser en el horror de la misma tierra al ir abriéndose y apartándose ante la caída y precipitación axial de Lucifer, expulsado de los Cielos, en su fuga reactiva hacia la disposición material que entonces se le creía: el horror de la tierra que antes de su eventual contacto se corre de lugar, pone distancia, se reparte en continentes boreales (al ser la caída desde el sur) y como montaña de Purga en las antípodas en medio del mar, y él inmovilizado en el ápice de una especie de cono invertido, en el centro exacto del Cosmos, su torso asomado al hemisferio norte y sus extremidades inferiores extendidas al austral, fijo para toda la eternidad en el punto más alejado de Dios.

Porque se trata de producir la adequatio intellectus et rei (correspondencia entre percepción y cosa inherente al proceso de comprensión) es que el Infierno dantesco es una construcción factible y acorde con lo que él sabía entonces que era el mundo.
Las tierras emergidas, en la visión aceptada en sus tiempos, ocupaban la mitad del hemisferio septentrional del globo terráqueo, es decir un cuarto de la superficie total, la llamada quarta abitabile.
Precisando, a esta especie de gajo se le quitaba el sector que está al norte del Círculo Polar Ártico, quedando lo que solía ser referido como la capita de Ptolomeo, capa que sin embargo no resultaba accesible al hombre en su totalidad ya que la región al sur del Trópico de Cáncer se consideraba doblemente hostil, por un lado por su excesivo calor y por el otro por la existencia allí de leones (el HSL o hic sunt leones que es dado hallar como referencia a esta zona en los mapas de la época remite así a su notorio carácter antropófago).
La franja de tierra que resta, que va de Gade (Cádiz o las columnas de Hércules) en el extremo occidental hasta la desembocadura del Ganges en el oriental, tomaba el nombre de ecúmene (del griego oikuméne, la tierra habitada) y se la dividía de norte a sur en siete climas.
Estando Jerusalén en el centro geográfico (y simbólico y en definitiva humano) de éste, su mitad occidental estaba ocupada centralmente por el Mediterráneo, con Europa extendiéndose al norte y África al sur, mientras la oriental lo era por Asia.

Para más alegorismo, atiéndase a que suele considerarse, fundadamente en base a datos extraíbles de la Comedia misma, que la andanza ultraterrena se cumplió en el curso de la Semana Santa del 1300, año de Jubileo y remisión de pecados.
Hilando fino, el tiempo total del viaje habría tomado unas 44 horas para el Infierno (desde el momento en el que Dante se descubre en la selva hasta que salen a la superficie con Virgilio, siendo propiamente alrededor de 24 las horas insumidas para el recorrido de sus nueve círculos), 83 para el Purgatorio y 8 para dormir después de dejar atrás el primero.
Puede agregarse que en el Paraíso el tiempo, para Dante, sencillamente no transcurre.

CANTO I
Selva / Proemio General

CANTO II
Selva / Proemio del Infierno

CANTO III
Anteinfierno
Indiferentes, Apocados, Pusilánimes y Ángeles Neutrales.

CANTO IV
Primer Círculo: Limbo
Paganos no Pecadores, Virtuosos que vivieron antes de Cristo y Criaturas sin Bautismo.

CANTO V
Segundo Círculo
Lujuriosos y Pecadores Carnales.

CANTO VI
Tercer Círculo
Glotones.

CANTO VII
Cuarto Círculo
Avaros y Pródigos.

CANTO VIII
Quinto Círculo
Iracundos, Acidiosos, Soberbios, Envidiosos.

CANTO IX
Todavía en el Quinto Círculo ante las puertas de Dite, Sexto Círculo
En éste Herejes.

CANTO X
Sexto Círculo
Herejes.

CANTO XI
Todavía en el Sexto Círculo
Herejes.

CANTO XII
Séptimo Círculo, Giro Iº
Violentos contra el Prójimo.

CANTO XIII
Séptimo Círculo, Giro IIº
Violentos contra sí y los bienes propios, Suicidas y Derrochadores.

CANTO XIV
Séptimo Círculo, Giro IIIº
Violentos contra Dios, Blasfemos.

CANTO XV
Séptimo Círculo, también en el Giro IIIº
Violentos contra Natura, Sodomitas.

CANTO XVI
Séptimo Círculo, todavía en el Giro IIIº
Violentos contra Natura, Sodomitas.

CANTO XVII
Séptimo Círculo, al borde, aún en el Giro IIIº, y Octavo Círculo
Violentos contra el Arte, Usureros.

CANTO XVIII
Octavo Círculo, Fosos Iº y IIº
Rufianes y Seductores. Aduladores.

CANTO XIX
Octavo Círculo, Foso IIIº
Simoníacos.

CANTO XX
Octavo Círculo, Foso IVº
Adivinos, Brujas, Hechiceros y otros Embaucadores.

CANTO XXI
Octavo Círculo, Foso Vº
Estafadores, Barateros y Corruptos.

CANTO XXII
Octavo Círculo, también en el Foso Vº
Estafadores, Barateros y Corruptos.

CANTO XXIII
Octavo Círculo, Foso VIº
Hipócritas.

CANTO XXIV
Octavo Círculo, Foso VIIº
Ladrones.

CANTO XXV
Octavo Círculo, también en el Foso VIIº
Ladrones.

CANTO XXVI
Octavo Círculo, Foso VIIIº
Falsarios.

CANTO XXVII
Octavo Círculo, también en el Foso VIIIº
Falsarios.

CANTO XXVIII
Octavo Círculo, Foso IXº
Cismáticos y Sembradores de Discordia.

CANTO XXIX
Octavo Círculo, también en el Foso IXº y Foso Xº
Cismáticos y Sembradores de Discordia. Alquimistas.

CANTO XXX
Octavo Círculo, Foso Xº
Falseadores de la Propia Persona, Falsificadores de Moneda y Mentirosos.

CANTO XXXI
Al borde del Octavo Círculo, y descenso al Noveno

CANTO XXXII
Noveno Círculo, Caína y Antenora
Traidores a Parientes y Traidores a la Patria.

CANTO XXXIII
Noveno Círculo, Antenora y Tolomea
Traidores a la Patria y Traidores a los Huéspedes.

CANTO XXXIV
Noveno Círculo, Judeca
Traidores a los Benefactores.